miércoles, 26 de mayo de 2010

El inventor del secador de piso



José Raimundo Fandi, el inventor del secador para pisos.

Algo sobre su vida
Nació en Tucumán, Argentina, un 25 de Diciembre hace 76 años. Hoy vive en Bs As, y es el inventor más prolífico del país, con más de cien patentes concedidas. Además de herramientas, sistemas constructivos, casas flotantes, envases, y diseños navales, es el responsable del secador de piso de goma de una sola pieza. Quienes saben destacan su gran talento como dibujante, pintor, matricero, y racionalizador de productos y procesos industriales.
También es miembro fundador y actual Presidente de la Asociación Argentina de Inventores.

Sus declaraciones en el marco de invent.ar acercar del secador para pisos.

El secador para pisos, que fue mi tercer invento, del que en este momento se están fabricando unos 25 millones por año, creo que es el más resonante. Y ahora, este cabo de pala, espero que consiga un éxito similar, porque una de las cosas que busco y que buscan todos los inventores es la simplificación de productos conocidos, eliminar piezas para facilitar la fabricación.

¿Cómo llegó a inventar el secador de pisos?
Cuando era adolescente, los secadores se improvisaban. Eran un listón de madera con una ranura, con una goma clavada dentro de ella, que generalmente era de cámara de auto recortada del largo de la madera.
Y se construían tan mal que se desprendía el cabo o la gomita... era arreglarlos continuamente. Mi madre siempre me decía: ‘José, arregláme el secador’... y me lo pidió tantas veces... Al final lo arreglaba porque no tenía más remedio. Como en ese momento trabajaba en una matricería, me vinculé con un fabricante que vulcanizaba gomas. Al ver como se moldeaba la goma en las matrices y la afluencia que tenía en ocupar las cavidades del molde, no recuerdo si fue la misma tarde que mi madre me hizo arreglar nuevamente el secador, se me ocurrió que podría ser de una sola pieza, y no tendría que ser clavado a un palo, sino enchufado a un tetón de goma; la lengüeta no se iba a desprender porque formaba parte del cuerpo y la rigidez iba a estar dada por una varilla metálica dentro del cuerpo. Y así quedó una sola pieza y se acabó el problema de arreglar los secadores.


Fuente: entrevista realizada Invent.ar ideas argentinas. Más info

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