En el mes de la tierra proponemos educar para vivir en armonía con la naturaleza y repartir equitativamente con los demás seres los recursos de la cultura y del desarrollo sostenible.
El aprendizaje y la toma de conciencia parte de educar y de educarnos para una transformación.
Aprender nuevos hábitos de conducta cotidianos, por más pequeños que parezcan, ayudan a una transformación mayor que tenga como objetivo la continuidad de la vida y de la propia Tierra.
Algunas ideas para ir pensando en incorporar durante el mes de la Tierra:
- Adquirí productos de todo tipo en envases de gran capacidad y preferiblemente reutilizables.
- Llevá siempre tu propia bolsa de compra, de manera de disminuir la utilización de bolsas descartables.
- Conservá los alimentos en recipientes duraderos. No abuses del papel de aluminio.
- Utilizá pinturas ecológicas para renovar tus ambientes: producen menos efectos tóxicos tanto en el medio ambiente como en las personas.
Aprendé a reciclar: encontrale un uso creativo a todo aquello que parece no servir más. Desde envasos, frascos, diarios y ropa vieja, todo puede ser re-pensado para una nueva función.
- Reemplazá las bombitas por lámparas de bajo consumo: son más caras que las tradicionales pero duran años sin necesidad de cambiarlas.
- Empezá a hacer consciente el uso que hacés del agua y de a poco optimiza la forma en que lavás los platos, limpiás los pisos, te bañas, lavás los dientes, etc.
- Reducí tu basura.
- La gran mayoría de los productos químicos de limpieza suelen ser muy nocivos para el medio ambiente. Casi toda la casa puede quedar perfectamente limpia pasando un trapo o paño con jabón, bicarbonato, vinagre y limón.
- Aprovechá bien el papel: úsalo por las dos caras, utilízalo reciclado y envíalo después a reciclar. Rechazá el papel blanqueado con cloro.
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