- Lo primero y más importante es aislar las paredes para evitar la entrada de frío y la humedad, pueden aislarse las paredes que dan al exterior. Se hace del mismo modo que el aislamiento del techo.
- Bajá las persianas en cuanto se vaya la luz evitarás una buena pérdida de calor y tapa con corcho las cajas donde se almacenan las persianas, se escapa mucho calor por allí.
- Sellá los huecos: Controla especialmente los huecos en los marcos de puertas y ventanas y alrededor de cañerías e instalaciones eléctricas. Algunos son resistentes al agua y ayudan a protegerte no sólo del frío, sino también del polvo y la polución.
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