jueves, 12 de mayo de 2011

Más Naturaleza, más salud


De acuerdo a una investigación efectuada por científicos del Laboratorio de Paisaje y Salud de la Universidad de Illinois (USA), el contacto con la naturaleza aumenta la salud humana, hace que la gente tienda a ser generosa y confíe más en los otros. Según este estudio, la naturaleza es un componente esencial para la buena salud y un factor influyente positivo del comportamiento humano. En este sentido, frecuentar zonas verdes, ya sean bosques, jardines o zonas peatonales, hace que la gente tienda, además, a ser generosa y a confiar en los demás. “Un paseo por el parque es más que una buena manera de pasar la tarde. Es un componente esencial para una buena salud”, asegura Frances Ming Kuo, responsable de la investigación y directora del Laboratorio de Paisaje y Salud, que lleva más de una década estudiando, junto con William Sullivan y Andrea Faber Taylor, el efecto de los espacios verdes en los seres humanos, con el fin de probar o refutar las nociones tradicionales al respecto. Entre las conclusiones de sus investigaciones, destacan que “en los entornos más verdes nos encontramos con que la gente es más generosa y más sociable. Encontramos fuertes lazos de vecindad social y un mayor sentido de comunidad, más confianza mutua y la voluntad de ayudar a los demás.En cambio, en puntos donde hay menos zonas verdes, hemos comprobado que el índice de violencia, las acciones criminales y los delitos contra la propiedad - incluso después de controlar los ingresos y otros factores influyentes- son mayores. A todo ello hay que sumar que, "en estos ambientes, las personas sufren más soledad y cuentan con menor apoyo social”, matiza Kuo. Asimismo, en un artículo publicado por la revista Observer de la Association por Psychological Science de Estados Unidos, revisan los últimos estudios realizados sobre la relación entre ser humano y contacto con la naturaleza y la importancia de esta relación para el bienestar. Según estos estudios, los entornos verdes impactan positivamente en los siguientes aspectos:

Fomentan la atención
la exposición a escenarios naturales tiene un profundo efecto restaurador en la capacidad del cerebro de concentrarse.

Reducen la agresividad
En un estudio realizado con 169 niñas que vivían en el mismo vecindario, los investigadores descubrieron que aquellas que disfrutaban de vistas más verdes tenían un mayor rendimiento en tareas relacionadas con la disciplina que las niñas que no podían disfrutar de dichas vistas. Las chicas del primer grupo puntuaron asimismo más alto en pruebas de concentración, de inhibición de la impulsividad y de capacidad de retrasar la gratificación.

Favorecen la recuperación

Además de los evidentes beneficios para la salud psíquica que proporciona la naturaleza, también se ha demostrado que los entornos naturales ayudan al bienestar y la recuperación física. ante el persistente crecimiento de las desigualdades socioeconómicas en lo que a salud se refiere, una mayor exposición a entornos verdes podría ayudar a reducir la tendencia a padecer ciertas enfermedades.

Zonas verdes, elementos vitales en ciudades

Debido a la fuerte relación entre naturaleza y salud, es importante diseñar comunidades con más espacios verdes públicos, no como meros elementos decorativos sino como componentes vitales, claves para la promoción de la salud de la población. Al mismo tiempo, es una buena excusa para que reflexionemos sobre nuestras rutinas cotidianas e intentenemos sumar más verde (ya sea una caminata por una plaza, compartir unos mates en algún espacio verde o salir a correr al aire libre) para mejorar nuestra salud y calidad de vida.

Fuentes consultadas

www.aces.uiuc.edu

www.psychologicalscience.org

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